Una violenta réplica de magnitud 5,9 sacudió el jueves la isla
indonesia de Lombok, donde los socorristas asistían a las víctimas del
devastador sismo registrado cuatro días antes, que dejó al menos 319
muertos según un nuevo balance oficial.
“La última actualización
indica que 319 personas murieron”, declaró en rueda de prensa el
ministro de Seguridad indonesio Wiranto, que como muchas personas en
este país del sureste asiático solo utiliza un nombre. El balance
anterior era de 164 muertos.
Además, “al menos 1.400 personas
resultaron gravemente heridas y 156.000 fueron desplazadas” por el
terremoto de magnitud 6,9 del domingo, cuyo epicentro se situó en el
norte de esta isla volcánica, declaró anteriormente un portavoz de la
agencia indonesia de gestión de catástrofes, Sutopo Purwo Nugroho.
Desde entonces se registraron al menos 355 réplicas de diferentes magnitudes, precisó Sutopo.
La del jueves fue de lejos la más fuerte y provocó nuevas escenas de pánico.
Las
personas evacuadas tras el sismo del domingo y alojadas en refugios
improvisados salieron a las calles gritando. Las motocicletas
estacionadas cayeron al suelo y las paredes de numerosos edificios se
desplomaron.
“Estábamos bloqueados en el tráfico en el momento de
llevar ayuda (a los damnificados) y de repente fue como si nuestro
coche hubiese sido golpeado por detrás, fue fuerte”, explicó un testigo,
Sri Laksmi.
Los equipos de socorro, desplegados tras el
terremoto del domingo, no habían logrado todavía llegar a algunos puntos
de la isla cercanos al epicentro debido a las dificultades de acceso.
Sube el balance de víctimasLos
equipos de rescate enfrentan muchas dificultades para llegar a algunas
zonas porque las carreteras están muy dañadas a causa del terremoto en
el norte y el este de Lombok, lejos de las zonas turísticas.
“Seguimos
esperando información sobre la situación en las zonas más afectadas del
norte de la isla, pero está claro que el sismo del domingo fue
particularmente devastador”, declaró el director del equipo de la Cruz
Roja en Lombok, Christopher Rassi, en un comunicado.
“El miércoles fui a algunos pueblos que quedaron completamente destruidos”, agregó.
Decenas
de miles de viviendas, locales de empresas y mezquitas se vieron
dañadas por el sismo del domingo, que ocurrió durante la oración de la
tarde en el país musulmán más poblado del mundo.
Dos mezquitas
del norte de Lombok se derrumbaron. En la mezquita de la localidad de
Lading Lading se retiraron tres cadáveres de los escombros y un
superviviente pudo ser rescatado. Los socorristas proseguían las
operaciones el jueves con excavadorastras haber localizado al menos otro
cuerpo bajo los escombros.
Falta de comida y medicinasLas
autoridades indonesias recopilan información proporcionada por los
habitantes de la isla para determinar el número de fieles que se
encontraban en las mezquitas cuando estas se derrumbaron, declaró un
portavoz de la agencia nacional de búsqueda y socorro, Yusuf Latif.
Existe
una necesidad acuciante de personal médico y “de ayuda a largo plazo”,
en particular vituallas y medicamentos, subrayaron las autoridades.
En
algunos campamentos falta comida para las personas que se refugian allí
temporalmente, mientras que otros desplazados sufren traumatismos
psicológicos.
La Cruz Roja indonesia afirmó haber instalado diez
clínicas ambulantes en el norte de la isla, la zona más afectada por el
terremoto del domingo, que tuvo lugar tras otro potente sismo el 29 de
julio que dejó 17 muertos y numerosos turistas extranjeros bloqueados en
los senderos de montaña de la isla. (con información de Infobae)